Fue descrito por primera vez por el médico francés Prosper Ménière en 1861; es la primera vez que se señala una lesión en el oído interno como la causa de una crisis vertiginosa, es decir, de clara etiología laberíntica y que se manifiesta con la tríada característica: crisis rotatoria, hipoacusia y acúfenos.
Epidemiología
La enfermedad de Ménière afecta cerca de 190 de cada 100.000 personas. En lo que se refiere a su prevalencia en relación con el sexo, estudios recientes [cita requerida] muestran que la Enfermedad de Ménière afecta más a hombres que a mujeres. Su prevalencia aumenta con la edad, manifestándose típicamente en la edad adulta.
En investigaciones recientes [cita requerida] se ha demostrado que la enfermedad de Ménière puede agravarse por la apnea obstructiva del sueño, y que hay factores de riesgo que por reducir la función vascular en el cerebro como el humo del cigarrillo, las migrañas, y la arterioesclerosis, pueden jugar un papel en el desencadenamiento de los ataques.
Diagnóstico
Es una enfermedad poco conocida cuyo diagnóstico exacto no es fácil. En general, se diagnostica por exclusión de otras causas de vértigo. Dependiendo de la circunstancia de cada caso concreto, puede ser necesaria la realización de diferentes exámenes médicos, entre ellos valoración neurológica, valoración por otorrinolaringólogo, audiometría y resonancia para excluir otras causas de vértigo, como neurinoma del acústico.
Tratamiento
Para el tratamiento se emplean medicamentos que reducen la presión endolinfática del oído interno como los diuréticos, también se recomienda la disminución en la ingesta de sal.2 Si existe infección respiratoria, alergia o sinusitis, se emplean diferentes tratamientos como antibióticos o histamínicos (agonista H-1) como la betahistina. Para el vértigo se emplean medicamentos antivertiginosos. En casos resistentes, puede ser útil la aplicación intratimpánica de gentamicina. El tratamiento debe ser recomendado necesariamente por el médico y debe evitarse siempre la automedicación.
En casos graves, se ha utilizado con desigual suerte la cirugía de los canales semicirculares, el nervio vestibular o la laberintectomía. Estos métodos de tratamiento mediante cirugía pueden afectar la sensación normal de equilibrio del paciente, provocando una peor calidad de vida. Puede ser útil la realización de rehabilitación vestibular.
Evolución y pronóstico
A menudo, los síntomas desaparecen espontáneamente al cabo de unos años sin que vuelvan a repetirse, independientemente de si hubo tratamiento o no, persistiendo de por vida una hipoacusia en el oído afectado. Después de cada episodio de vértigo, se va perdiendo un poco más la capacidad auditiva o de escucha.